Con la llegada de la Transición política en España y el predominio del género de destape, Sara Montiel decidió decir adios al cine con apenas 46 años de edad, pero se volcó en su faceta musical, mayormente con recitales en teatros y presentando programas de variedades en televisión. Mantuvo una extraordinaria popularidad y la admiración de nuevas generaciones de cinéfilos, escritores y músicos; el escritor Terenci Moix la apodó «Saritísima» y dijo de ella, entre otras cosas: «Ella es nuestra Mae West, ejemplo de un erotismo tranquilizador». Prueba de la veneración que aún suscitaba cumplidos los 60 años fue su ambicioso disco Purísimo Sara (1988), con canciones nuevas creadas para ella por músicos como José María Cano (integrante del grupo Mecano), Joaquín Sabina, Javier Gurruchaga, Antonio Carmona, Carlos Berlanga, Nacho Canut y Óscar Gómez, quien así mismo fue el productor del álbum. Fue un trabajo discográfico muy cuidado: con un repertorio variado en temas y estilos, lujosos arreglos orquestales y fotografías de estética muy actual hábilmente retocadas.
Aunque diversos directores como Pedro Almodóvar ofrecieron guiones a Sara Montiel, su adios al cine fue firme y no quiso regresar a la gran pantalla; afirmaba que el antiguo Star-system había desaparecido y que ella no encajaba en el nuevo tipo de cine que se estaba produciendo. Con todo, en 2011 reapareció sorpresivamente rodando algunas escenas para la película Abrázame, debut del director manchego Óscar Parra de Carrizosa. Hizo un breve papel paródico interpretándose a sí misma.