Su nombre
Su nombre completo es María Antonia Alejandra Vicente Elpidia Isidora Abad Fernández
Antonia: Por mi abuela.
Alejandra: Por un amigo de mi padre llamado así.
Vicenta: Por mi madre.
Elpidia: Por mi hermana, que fue madrina de mi bautizo.
Isadora: Por mi padre.
Su nombre artístico
Rodando “Empezó en Boda”, aún le llamaban María Alejandra, pero a Enrique Herrero no le gustaba y le busco el apellido, porque cerca de Campo de Criptana están los Campos de Montiel y le gusto su sonoridad. El nombre lo buscó la propia Sara, su bisabuela, la madre de su abuela Ángeles, se llamaba Sara María y al buscar posibilidades dio con su nombre. SARA MONTIEL, de inmediato salió publicado en la revista Primer Plano, fue la primera vez que leyó su nuevo nombre artístico. En esta época era habitual cambiarse de nombre cuando este carecía de musicalidad, y el nuevo sonaba muy bien. Posteriormente, siempre me la llamaron Sara o Sarita en América.
Para la gente mas cercana era Antonia, para los íntimos, los que quiero y me quieren, respondía más por Antonia; para el trabajo y la gente que no pertenecía a su círculo, prefiería ser Sara Montiel.
Nunca se arrepintió del nombre de Sara Montiel, ni siquiera en la época que no tuvo repercusión en España, a su regreso de Méjico ya se identificaba como SARA MONTIEL.
Aprendizaje y primera oportunidad
Sor Leocadia le enseñó a cantar saetas. En la Semana Santa de 1941, al pasar el paso de Jesús de Nazareno, comenzó a cantar y posteriormente a la Santísima Virgen, que venía detrás. Ángel Ezcurra propietario de Radio Mediterránea la escuchó, era amigo del propietario de Cifesa, la productora cinematográfica, y convencieron a su padre para que preparase a Antonia para un concurso que se iba a celebrar en el Parque del Retiro de Madrid.
Marlon Brando
Dicen las leyendas de Hollywood que en casa de Sara Montiel, se comía muy bien. Vivía unas cuantas casas más abajo de Audrey Hepburn y fueron muchos los que por allí pasaron, entre ellos Greta Garbo ó Marlon Brando del que Sara dijo: “fue a casa alguna vez para que le hiciera unos huevos fritos y un café. Yo le gustaba mucho”.
Racismo
También era amiga de la cantante de jazz Billie Holiday; en una ocasión fueron juntas al restaurante Four Seasons de Nueva York, y como no dejaron entrar a Holiday por racismo, Sara protestó arrojando unos platos.